Leer y escribir es un complejo proceso de interpretar, construir, comunicar significados de formas impresas. Estos saberes se inician mucho antes de que los niños ingresen al cole. Todo ese “saber” del que van apropiándose los niños desde muy pequeñitos es lo que se conoce como alfabetización inicial o temprana.
Se han diferenciado cinco indicadores que influyen y favorecen que los niños se apropien de la lectura y la escritura. Estos indicadores son:
-
Lenguaje Oral
-
Conciencia Fonológica
-
Conciencia y funcionalidad del código lecto-escrito
-
Hipótesis iniciales sobre la escritura
-
Grafías tempranas y ortografía inventiva
Las investigaciones confirman que nada de estos aprendizajes vienen solos y que no dependen solo del mayor o menor potencial de los niños apropiarse de este código sino de las acciones de los adultos que conocemos y dominamos este sistema de comunicación. El favorecer el proceso de apropiación de un código fundamental para el acceso a la cultura depende de los mayores, padres, educadores y terapeutas.
Los logopedas, maestros de audición y lenguaje, pedagogía terapéutica, de educación especial o especialistas en atención temprana que trabajamos con niños que presentan una diversidad de alteraciones del lenguaje en todas sus formas podemos promover el desarrollo de habilidades relacionadas con la alfabetización inicial integrándolas a las metas comunicativas de cada niño, durante nuestras prácticas profesionales habituales con los pequeños.